El sector audiovisual comienza la fase de desescalada

Tras presentarse el Plan de desescalada aprobado por el Consejo de Ministros, en el que se establecen los parámetros para la adaptación a la nueva normalidad tras la crisis de la COVID-19, el sector ya conoce las fechas en las que puede comenzar su desescalada y reanudar su actividad. El Plan, que se prolongará hasta finales de junio y pasará por diferentes fases cada dos semanas, siempre que se cumplan los requisitos mínimos exigidos por el Ministerio de Sanidad, recoge las fechas en las que el sector audiovisual y las salas de cine podrán volver a la actividad.

En la Fase 1, que comenzó el pasado 11 de mayo en el territorio canario, la producción audiovisual y el rodaje de contenidos cinematográficos y series ya tiene el visto bueno para comenzar su reactivación, siempre que los equipos cuenten las herramientas necesarias para volver a rodar con seguridad y sigan algunos protocolos básicos como el que se recoge en la guía ‘Rodar con Seguridad tras el COVID19’.

Sin embargo, son muchos los rodajes que todavía aplazan unos días el inicio de su actividad. Aunque ya se han aprobado una serie de medidas mínimas para garantizar la seguridad en la puesta en marcha, la falta de un protocolo común, la logística, los permisos o la agenda de los actores, son algunos de los motivos por los que la mayoría de producciones, la mayoría internacionales todavía no han decidido reanudar la actividad.

Con la llegada de la Fase 2, a finales de mayo, se plantea la apertura de otros espacios cerrados como los cines, teatros, auditorios y otros espacios similares. En este fase, los cines podrán iniciar su actividad con algunas condiciones como la limitación a un 30% de su aforo o la pre-asignación de butacas.

Ya en la tercera fase, prevista para junio, con una mayor flexibilidad de la movilidad general, los cines podrán ampliar la ocupación a la mitad de sus localidades, siempre con la recomendación  del uso de mascarilla y una distancia mínima de seguridad de dos metros entre las personas. Así, la nueva normalidad podría llegar el 22 de junio con el final de las restricciones sociales y económicas pero manteniendo una serie de medidas de seguridad y vigilancia, y siempre que el comportamiento y control de la pandemia mantenga una buena evolución.